



Victoria y lo que es todavía más importante, defectos recurrentes superados.Se jugó una buena segunda parte, se tuvo suerte con el gol, los cambios funcionaron, no hubo desajustes defensivos, jugadores entregados...
No fue un partido de muchas ocasiones, la Real jugó lo justito y lo poco que tuvo lo desbarató nuestro guardameta, el gran Mamardashvili. Nuestro gol llegó en el 40' en un rapidísimo contragolpe conducido por Lino cuyo pase de la muerte fue rechazado a la desesperada por Zubeldia, introduciendo el balón en propia puerta. Hasta ese momento el partido estaba trabado y equilibrado.
A los dos minutos de la reanudación otro contragolpe acabó con penalti sobre Hugo Duro. ¡Se caía Mestalla! Pero el VAR avisaba al colegiado y tras visionar la jugada consideró que el contacto (lo había) no era lo suficientemente importante como para cobrar la pena máxima. Desilusión y a seguir remando. La Real llevaba el peso del partido, sin crear peligro, y el Valencia salía a la contra. Las mejores ocasiones llegaron así en las botas de Lino con balón al palo y Samu Castillejo con gran parada del arquero donostiarra.
Ni el efecto Baraja puede levantar este equipo que cosecha una derrota tras otra.
Es cierto que se ha notado cierta mejoría y que se han jugado dos partes equilibradas, pero trabajo tiene el Pipo en cuanto a los saques de esquina se refiere. No puede ser que cada córner en contra parezca un penalti y mucho menos que uno a favor provoque menos peligro que si lo sacáramos con un balón de playa.
En la primera parte nos repartimos ocasiones e intervenciones de los guardametas, muy bien Soria tapando dos chuts de Lino y muy bien Mamardashvili en los minutos postreros sacando entre otros una doble ocasión tras (sí, cómo no) saque de esquina.
Cuando "nada" juega contra "muy poco" suele ganar el "muy poco" de calle
Otra derrota más. A pesar de la notabilísima mejoría en ataque nos han vuelto a penalizar al máximo los errores defensivos. No sería subjetivo decir que hoy no se ha merecido perder, pero se ha perdido y ya hemos caído al descenso.
Cavani se marchó lesionado en el 16 pero sin tiempo a digerirlo el Valencia trenzó una gran jugada ente Lino, Illaix y Castillejo que acabó con gol en propia puerta de Lekue. ¡Por fin un poco de fortuna! Y qué bien estaba jugando el equipo, hasta que en el 30' una pérdida arriba y un pase largo a Nico Williams se convierte en el empate. El delantero bilbaíno se buscó hueco entre dos defensas y antes de que llegara el tercero mete la puntera para batir bajo piernas a Mamardashvili. Prácticamente era la primera vez que llegaban con peligro. El Valencia gozó de un par de ocasiones más pero hoy Unai Simón reivindicó porqué es el portero de la selección española.